La importancia de la migración laboral en los movimientos permanentes varía considerablemente entre los países de las Américas para los que se dispone de datos por categoría (Figura 2). Chile y Uruguay se destacan en particular, con casi el 60% de la migración en estos países atribuible a trabajadores migrantes en 2010. Sin embargo, esto puede reflejar el hecho de que la migración permanente y temporal se fusionan en las estadísticas de estos países, y que la migración temporal en general incluye una proporción significativa de trabajadores migrantes. En Barbados, Ecuador y México, los trabajadores migrantes representaron alrededor de un tercio de la inmigración permanente en 2010.
Argentina prácticamente no tuvo migración laboral permanente en 2010, siendo la mayor parte de la migración laboral de trabajadores calificados de carácter temporal. Sin embargo, un porcentaje considerable de los inmigrantes a la Argentina lo hicieron al amparo de convenios internacionales, en particular los que regulan los movimientos entre países miembros y asociados del Mercosur. Sin duda, muchos de estos inmigrantes fueron a buscar trabajo, pero no están específicamente identificados como trabajadores migrantes en las estadísticas. Este fue también el caso de Brasil, Chile y Bolivia, pero en menor escala.
La inmigración laboral a Brasil representó el 3% de la migración permanente en ese país, mientras que Bolivia y Estados Unidos tuvieron proporciones comparables de migrantes laborales, de
(Cuadro 2)
aproximadamente el 6%. La inmigración laboral de Canadá representó el 27% de la migración permanente total en 2010. Esta última cifra excluye a las familias acompañantes de dichos migrantes, cuya inclusión aumentaría la proporción a más del 60%. De hecho, debido a la presencia de miembros de la familia, en la mayoría de los países de destino donde los miembros de la familia pueden acompañar a los trabajadores migrantes, es raro que los migrantes que fueron seleccionados o reclutados directamente representen más del 40% de la migración permanente total. . Los familiares acompañantes también pueden trabajar a su llegada, pero no son seleccionados ni admitidos con ese objetivo específico en mente.
La migración laboral también es generalmente la parte más importante de la migración permanente sobre la cual los gobiernos tienen autoridad discrecional. Casi nunca hay restricciones a la inmigración de familiares inmediatos de ciudadanos o residentes permanentes, porque el derecho a vivir con la familia es reconocido en la mayoría de los países como un derecho humano. Asimismo, los países que forman parte de la Convención de Ginebra han acordado aceptar como inmigrantes a aquellas personas que soliciten asilo y cumplan con los criterios definidos en la Convención para ser considerados refugiados. Los gobiernos no pueden rechazar a familiares inmediatos de inmigrantes permanentes o refugiados reconocidos sin violar los tratados firmados o cuestionar su respeto por ciertos derechos humanos.
Otras formas de migración discrecional incluyen personas jubiladas, personas con ingresos y refugiados que generalmente son reubicados desde campamentos en países limítrofes, huyendo de la persecución o el conflicto civil.
La migración familiar, incluida la familia acompañante de migrantes laborales, explica una proporción significativa de la migración permanente total de Bolivia, Canadá, Ecuador y especialmente Estados Unidos en 2010. Este último país tiene una de las relaciones más liberales, lo que permite la migración no solo de familiares inmediatos sino de hermanos y hermanas adultos e hijos adultos de residentes extranjeros, sujeto a límites numéricos. Por lo general, el número de solicitudes en estas últimas categorías supera el número de plazas disponibles. En Estados Unidos, abrir así la migración familiar es la contrapartida de los bajos límites de la migración laboral permanente, fijados en 140.000 personas, incluidos los familiares acompañantes.
Los migrantes permanentes por razones humanitarias fueron relevantes solo en la migración permanente desde Canadá y Estados Unidos y en menor medida en Brasil. En un cierto número de países.
Los refugiados reconocidos reciben un permiso temporal y pueden o no pasar al estatus permanente dependiendo de la evolución de la situación en sus países de origen.
Finalmente, para 2010, la categoría “Otros” incorpora distintos tipos de movimientos que incluyen jubilados (Barbados, Ecuador y México), regularizaciones (Brasil) y otros con estatus indefinido.